NICOLAE CEAUSESCU. Rumanía
INFANCIA Y JUVENTUD
Nacido en la villa de Scornicești
(Rumanía) en Oltenia. Alexandrina, su madre, era hija de un oficial del ejército de Tudor Vladimirescu y
Andruță Ceaușescu mientras que su padre era un pastor de Gori y defensor del Partido Campesino. Nicolae Ceaușescu se trasladó a Bucarest con tan solo
once años de edad para trabajar en fábricas.
GUERRA Y REVOLUCIÓN
Al principio de 1932 ingresó en el Partido Comunista de Rumanía, en este tiempo ilegal, y fue arrestado en 1933 por
disputas en las calles durante una huelga. Un año más tarde, 1934, fue
arrestado nuevamente por recoger firmas a favor de unos trabajadores del
ferrocarril a quienes se estaba juzgando y dos veces más por actividades
similares. Estas detenciones le hicieron ganar la descripción de
"peligroso agitador comunista" y "distribuidor activo de
propaganda comunista y antifascista" en los archivos policiales. Pasó a la
clandestinidad, pero fue capturado y encarcelado en la prisión de Doftana en
1936 durante dos años por actividades antifascistas.
En prisión conoció a Elena Petrescu con la
cual se casó. En 1943 fue trasladado al campo de concentración de Targu Jiu, donde compartió
celda con Gheorge Gherogiu Dej y se convirtió en su protegido. Tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Rumania comenzaba a caer en la influencia soviética,
Ceaușescu fue secretario de la Unión de la Juventud Comunista (1944-1945). En 1947, se convirtió en
ministro de agricultura y viceministro de las Fuerzas Armadas bajo el gobierno
de Gheorghe Gheorghiu-Dej y fue nombrado Mayor General en
1950. También ocupó entonces el cargo de viceministro de Defensa y jefe de la
Dirección Superior de Política del Ejército. En 1952, Gheorghiu-Dej lo llevó al Comité Central del Partido, meses después de la "Facción
Moscovita" liderada por Ana Parkeur. En 1954 se convirtió en
miembro pleno del Politburó y,
finalmente, se alzó con el segundo puesto más importante en la jerarquía del
partido.
LIDERAZGO EN RUMANIA
Con la muerte de Gheorge Gherogiu Dej en marzo de 1965, Ceaușescu pasó a ser líder del Partido Comunista Rumano y en 1967 llegó a la Presidencia del Consejo del Estado, se convirtió en una figura popular, gracias
a su política independiente, que desafiaba la influencia de la Unión Soviética en el país.
Ceaușescu puso de nuevo en práctica
medidas de liberalismo económico. Siguió con el programa deindustrialización intensiva.
En 1959 ya había duplicado la producción industrial y había reducido la
población campesina en un 78% a finales de los años 40. Sin embargo, para
Rumania, la industrialización no supuso la total ruptura social con el campo.
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Junto a Elena y el matrimonio Perón con el Collar de la Orden del Libertador San Martín. Autor desconocido. 6 de marzo de 1974 |
Fueron fundando además universidades en
ciudades pequeñas de Rumanía. La sanidad rumana fue mejorando por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El crecimiento económico permitió unos
mayores salarios que, combinados con los beneficios que el Estado ofrecía, dio
un salto en comparación con la situación de la población rumana anterior a la Segunda Guerra Mundial.
La policía política rumana
mantuvo un firme control sobre la libertad de expresión y los medios de
comunicación y no toleró la existencia de alguna oposición. La demolición
empezó en las zonas rurales, terminando con el intento de remodelar
completamente la ciudad de Bucarest,
dañada por e terremoto de Vrancea de 1977. El Palacio del Pueblo, en Bucarest, es el edificio que actualmente ocupa el
Parlamento y es el segundo edificio más grande del mundo.
EJECUCIÓN
La rebelión se extendió y llegó a Bucrest, donde el 22 de diciembre las
Fuerzas Armadas se rebelaron y se unieron a los manifestantes. Ese mismo día,
Ceaușescu y su esposa Elena, huyeron de Bucarest en un
helicóptero el cual tuvo que parar rápido el vuelo porque en ese país los
vuelos aéreos estaban prohibidos y aterrizaron cerca de Targoviste. Luego el
matrimonio Ceaușescu fue arrestado por la policía en la carretera y entregado a
los militares insurrectos.
El 25 de diciembre Ceaușescu
y su mujer fueron condenados a muerte por un tribunal militar en un juicio,
bajo los siguientes cargos: genocidio de
"60.000" personas en Timișoara (más tarde se descubrió que muchas de
esas muertes no eran verdaderas ya que sacaron cadáveres de un cementerio para
pobres y se los añadieron a él), daño a la economía nacional, enriquecimiento injustificable
y uso de las Fuerzas Armadas. Ambos fueron ejecutados por fusilamiento en un
cuartel militar en Targoviște. Cuando era llevado a la horca, Ceaușescu exclamó
"¡Viva la República Socialista de Rumanía! ¡La historia me vengará!"
y murió mientras cantaba La Internacional. En 1990 un miembro del FSN admitió que los Ceauşescu
fueron fusilados por 80 soldados y que recibieron 120 impactos de bala. Desde
la ejecución de los Ceaușescu, la pena de muerte fue
abolida en Rumanía.
REPRESIÓN
Quería intervenir contra cualquier
movimiento de oposición, en su primera declaración desde la sangrienta
represión de las manifestaciones. "El Ejército rumano ha sido hasta el
momento muy paciente", declaró el dictador, "pero está preparado para
defender el socialismo". El dictador, que ha convertido Rumanía en una
especie de Birmania europea, lanzó todo tipo de ofensas contra los opositores:
"Irrendentistas, gamberros, terroristas y antinacionales".
Las matanzas de Transilvania han
desencadenado una amplia indignación internacional, entre ellas la ruptura de
relaciones de la Comunidad Europea con Rumanía y la de la Liga de los
Comunistas de Yugoslavia con el Partido Comunista Rumano (PCR).A su llegada a
Bucarest, después de finalizar con toda normalidad su viaje oficial a Irán para
negociar la venta de armas rumanas a cambio de combustible y alimentos,
Ceaucescu atribuyó la revuelta a "un compló imperialista" y aseguró
que los manifestantes habían sido instigados por los "servicios de
inteligencia extranjeros".
Pese a las amenazas de Ceaucescu, los
enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y los participantes del movimiento
contra el régimen continúan en diversos lugares. El país está casi cerrado al
exterior, y sólo los testimonios de los pocos extranjeros que logran salir
alumbran el apagón informativo.
COMBATES
Según Berna G. Harbour que era una enviada
especial del periódico del país:
“Una residencia militar de
Bucarest estalló ayer sin que se conocieran las causas; la mayor planta química
de Timisoara fue ocupada por los obreros. Éstos amenazaban con volar la
fábrica. Otras informaciones de camioneros en tránsito por Rumanía señalaron en
Hungría que la gente ha conseguido armas y está en combate con las fuerzas
militares y de seguridad.
Pero la revuelta continúa.
Soldados y miembros de la Securitate rumana están desplegados en Bucarest,
según contaron a EL PAÍS fuentes diplomáticas de ese país. Elena Ceaucescu, la
esposa del dictador, se encontraba en los días de ausencia de Nicolae al frente
de la represión que ha llevado al país a un aislamiento total, tanto interior
como exterior.
Sin que haya ninguna orden
ni disposición oficial hecha pública, las conexiones telefónicas entre las
distintas ciudades rumanas están cortadas, y la exterior, prácticamente
imposible.
Mientras algunos países
del Pacto han abierto ya su telón
de acero a Occidente, las fronteras coin, los cuatro países que
rodean a Rumanía, todos socialistas (Bulgaría, Yugoslavia, Hungría y la URSS),
están prácticamente cerradas. La húngara, herméticamente.
Ayer se sucedieron
manifestaciones en ciudades como Timisoara, Arad y Cluj. Según testimonios de
extranjeros recién llegados de Tímisoara, algunos manifestantes portaban armas,
fruto del asalto a varios arsenales de las milicias obreras (brazo armado del
Partido Comunista Rumano) hace dos semanas.
La televisión rumana
anunció anoche que se ha declarado el estado de emergencia en el departamento
de Timis, cuya capital es Timisoara, por decreto presidencial. Según anunció en
París la Liga para la Defensa de los Derechos del Hombre en Rumanía, el primer
ministro, Constant Dascalescu, ha viajado a Timisoara para apaciguar a las masas.
Los habitantes del pueblo
húngaro de Nagylak, en la frontera con Rumanía, se despertaron con el ruido de
los disparos en el país vecino. Guardias fronterizos confirmaron la existencia
de los tiros e informaron también del continuo paso de aviones militares
rumanos en las proximidades.
La reacción en Hungría, el
país tal vez más afectado por esta represión, ya que dos millones de personas
componen la minoría húngara en Rumanía, se ha dejado sentir a todos los
niveles. El Ejército se encuentra en el segundo grado de emergencia. El coronel
Caroly Kelepi, portavoz del Ministerio de Defensa, lo anunció en la noche del
martes ante la visible movilización de tropas blindadas rumanas hacia la
frontera con Hungría.”
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